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El pensamiento exponencial en los negocios

En el artículo de la semana pasada comenzamos a reflexionar sobre las “Nuevas formas de pensar el crecimiento en un mundo digital-globalizado”, entendiendo la necesidad de abordar problemáticas en forma creativa e innovadora.

En los negocios, abordar el pensamiento exponencial puede aplicarse a partir de nuevos enfoques que prioricen la visión a futuro en términos de flexibilidad en las decisiones comerciales y en el diseño de modelos de negocio basados en la lógica del cambio constante. Para ello, uno de los pilares del pensamiento exponencial será la combinación entre la innovación creativa y la utilización de tecnología de punta, creando una estrategia central para alcanzar el crecimiento perdurable en la compañía. En un mundo de constantes y rápidos cambios, las compañías deben adaptarse o se convertirán en organizaciones rígidas y desactualizadas. Por el contrario, el pensamiento exponencial nos permitirá alcanzar el crecimiento exponencial.

Si en el mundo digital-globalizado los factores predominantes son el cambio y la flexibilidad, nuestro modelo de negocios, nuestras tecnologías y los servicios que ofrecemos también deberán serlo. Las principales ventajas de este tipo de pensamiento serán lograr adelantarse a la competencia y adaptarse a las necesidades del mercado.

Para ello podemos comenzar conociendo las denominadas “6 Ds” del crecimiento exponencial (6Ds por su traducción del inglés):

    – Digitización: es fundamental incorporar tecnología informática que ayude a llevar adelante la sistematización y análisis de datos y modelos de negocios. La tendencia es dejar de lado cada vez más los procesos analógicos o mecánicos.

    – Deceptive (engaño): durante el proceso de desarrollo tecnológico, la fase de crecimiento es muy reducida, por lo tanto podemos llegar a pensar que tomamos una mala o apresurada decisión. Sin embargo, una vez que logramos adaptar nuestros recursos humanos, económicos y logísticos a las nuevas tecnologías podremos dar el gran salto de crecimiento.

    – Disrupción: es el momento en el que explota lo nuevo, lo innovador, sobre las viejas prácticas comerciales. Los antiguos procesos serán reemplazados por los nuevos, a pesar incluso de resistencias o desconfianza dentro de la organización. Lo nuevo siempre reemplazará lo viejo.

    – Desmonetarización: a partir de la disrupción comienza este proceso, que favorece la reducción de costos, tanto en el sector productivo como de servicios, y que inevitablemente se reflejará en el precio final. Se bajarán costos y precios.

    – Desmaterizalización: este proceso garantiza la reducción en el uso de materiales, favoreciendo la economía de la compañía y la sustentabilidad ecológica del entorno. Un claro ejemplo fue la incorporación de equipos informáticos con gran capacidad de memoria en la administración de las empresas, reduciendo el uso de hojas impresas y del espacio ocupado por archivos físicos.

    – Democratización: la compañía de servicios o de producción de bienes de consumo estará incorporándose cada vez más a un mercado ansioso por recibir bienes y servicios de calidad, a un precio acorde a sus necesidades y con la seguridad de poder competir libremente por ocupar un segmento del mercado que se transforma día a día en términos de exigencia y capacidad de consumo.

El futuro de la economía digital-globalizada está cada vez más cerca. La utilización de tecnologías de alto rendimiento y la actualización permanente de estrategias comerciales harán de las compañías organizaciones en permanente cambio, desarrollo y crecimiento, o las encontrará en un proceso de fosilización integral que atentará contra la estabilidad del negocio. La incorporación de estos procesos no es producto de la magia o del azar, es el resultado de una convicción empresarial que define objetivos claros, específicos y flexibles. El crecimiento exponencial de nuestra organización, afortunadamente, sólo dependerá de nosotros.