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Puerto Valparaíso

La consideración de un puerto desde una perspectiva logística significa que no sólo se deben tener en cuenta las actividades que se desarrollan en el entorno del ámbito portuario, sino también la influencia que estas actividades tienen sobre el transporte anterior y posterior a dicho puerto.

Sabemos que la cadena logística no comienza en los puertos, sino que comienza en el lugar de producción de la materia prima, pasando por la producción de productos industriales y terminando en los centros de consumo de los países de destino. Es por esto que hoy en día los puertos modernos desarrollan una influencia considerable en toda la cadena logística de producción, transporte y distribución de la que forman parte. Por lo tanto, no podemos considerar los puertos marítimos como un eslabón independiente. Todos los actores logísticos involucrados, tanto los importadores, exportadores, operadores logísticos y los servicios portuarios son responsables del nivel de integración fundamental para lograr un correcto flujo de las “cargas”.

Las zonas de actividades logísticas portuarias generan valor agregado de diversas maneras, como pueden ser la agrupación y desagrupación de cargas, el embalaje, la paletización, el etiquetado, etc. Una tarea clave será la clasificación y agrupación de la mercadería según especificaciones del cliente, sea por kit, nº de referencia, u otras características.
Estos servicios de valor agregado se pueden concretar cuando se lleva a cabo el cambio de modo (marítimo a terrestre), lo que se conoce como La Función Logística del Puerto

Para racionalizar todas las actividades que intervienen en esa cadena hace falta un enfoque logístico: se trata de decidir cuándo y dónde han de realizarse estas actividades para obtener los mejores resultados. A través de un operador logístico, el cliente puede garantizarse:

- Hallar y evitar los factores menos onerosos

- Minimizar tiempos muertos

- Minimizar el transporte de la carga

- Lograr la máxima concentración de productos