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El éxito operacional y administrativo de una Cadena Logística depende en gran medida de la gestión de las relaciones para alcanzar un objetivo. El equipo debe trabajar como un engranaje para alcanzar los objetivos planteados, resolviendo inconvenientes que se van presentando a lo largo de los procesos. Es por eso que es esencial contar con buenos líderes que tomen la iniciativa y que asuman la responsabilidad de apropiarse de los proyectos.

El ejercicio del liderazgo está basado en la capacidad de manejar las relaciones organizacionales de manera efectiva. Dicho de otra manera, el líder es aquel que proyecta la confianza necesaria para ejercer influencia sobre los demás y así también sobre los resultados de la organización. Sólo cuando hay confianza, conocimiento y buena relación entre el líder y sus empleados, éstos creerán en su visión, seguirán su gestión y estarán motivados y comprometidos para trabajar en sincronía en pos del éxito de la operación. En un artículo publicado en degerencia.com y titulado La confiabilidad del líder: Base de su influencia, Arnoldo Arana hace la siguiente analogía: “Sin gasolina un vehículo no puede andar, así mismo sin confianza no se puede liderar. Sin la confianza de los seguidores no hay influencia posible, y sin influencia no existe liderazgo. Esa es una ecuación infalible en materia de liderazgo.”  Un líder debe mostrar estabilidad, consistencia y consecuencia, atributos muy importantes, incluso más que las palabras, para lograr la confianza que le permita influir, ayudar y direccionar a otros. El líder, además, toma partido, sin ambigüedades, se responsabiliza y se compromete ante un proyecto, por eso los demás saben a qué atenerse y no tendrán miedo a ser defraudados, manipulados o engañados.

Hace unas semanas publicamos un artículo sobre metas. Un buen líder se focaliza siempre en alcanzar sus metas y objetivos tanto individuales como colectivos. Nos gustó una frase de Warren Bennis, académico norteamericano especialista en Liderazgo que dice: “Liderazgo es lanzarse al aire con tal conocimiento de uno mismo y con tal energía de colaboración que pueda mover a otras personas a desear seguir”. No es una proeza imposible destinada a unos pocos. Todos podemos ser líderes, pero debemos serlo no sólo en nuestro puesto laboral, sino que debemos comenzar a serlo en nuestra vida cotidiana. Como dice Peter Drucker, académico austríaco especialista en management: Un líder se somete a la “prueba del espejo”, es decir, se asegura de que la persona que ve en el espejo por la mañana es la clase de persona que quiere ser, respetar y en la que creer. De ese modo se fortalece contra las mayores tentaciones del líder: hacer lo que goza de aprobación general en lugar de lo que es correcto.

Para finalizar y porque creemos que el primer paso para ser un buen líder es reconocer y aprender de los líderes que fueron tocando nuestras vidas, ¿Quién fue un gran líder laboral o personal para usted? ¿Qué atributos pudo aprender de él o ella?